"Tras Bambalinas"

Author Anónimo - -
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Había esperado esto durante semanas, hoy era el día, la feria se realizaría cerca de mi ciudad y ya estabas listo para marcharnos. El viaje se me pasó volando entre cantitos de mis hermanos y charlas muy animosas acerca de los buenos juegos que prometían las propagandas por la radio, parecía que todas las estaciones hablaban de lo mismo. Siempre había querido subirme a una gran montaña rusa, toda esa adrenalina, la velocidad me fascinaba. Lo primero que hicimos al llegar fue buscar a mis primos que nos estaban esperando en la entrada, ya con algunas golosinas, se alegraron mucho al vernos. Decidimos separarnos, mama y papa irían con los más pequeños a las obras de títeres y nosotros probaríamos los juegos grandes. Salimos disparados hacia la primera atracción, una montaña rusa espectacular, en tonos de rojo y amarillo, tenía un aspecto maravilloso.
Habíamos terminado el recorrido ya hace más de media hora y hasta repetimos algunos juegos, pero seguimos sin encontrarlos, nos separamos para cubrir más terreno y pactamos en encontrarnos en 15 minutos en el mismo lugar, me encamine solo tras las carpas de los titiriteros, algunos ya estaban guardando sus cosas, pero escuche a un niño llorar y me sonó de lo más familiar, me acerque un poco y me quede helado al darme cuenta que era mi hermanito en manos de un hombre de mediana edad que lo veía sonriente mientras entraba con él en brazos a una de las ultimas carpas.

Estaba muy impactado, ¿Qué hacia ese hombre con mi hermanito?, intente gritarle pero no podía articular ni una palabra, me acerque despacio pero dos hombres jóvenes, se interpusieron en mi camino
-Ese hombre tiene a mi hermanito. 
-Niño, has visto mal, vuelve con tus padres de inmediato o tendremos que llevarme con nosotros.
Pegue un salto hacia atrás, y comencé a alejarme, pero cuando ya estuve lo suficientemente fuera de su alcance, comencé a correr y logre rodearlos, corrí hacia la última carpa y me metí bruscamente. No vi a mi hermanito ni aquel hombre, lo que había en el interior de aquella carpa no se parecía a nada de lo que había visto en mi vida, podría tener cierta semejanza a un bar, pero más oscuro y feo, sucio sobretodo, muchas mesas y sobre ellas jaulas con animales, la gante no parecía notar mi presencia ahí, estaban demasiado ocupados mirando las jaulas, me acerque un poco más, atento, buscando a aquel hombre, pero algo me llamo la atención, ya más de cerca logre ver mejor, no eran animales sino personas lo que había dentro de las jaulas. 

Una abominación, no podía describirlo de otra manera, eran o habían sido personas de eso no había duda pero, ¿Qué les habían hecho?, tenía ganas de vomitar, me aferre de una columna para contener las náuseas y logre ver a lo lejos a aquel hombre pero no estaba con mi hermano, corrí hacia él y comencé a gritarle.
-¿Cómo es que has logrado entrar aquí?
El hombre esta consternado, los dos hombres de la entrada apareció y me levantaron, quede en el aire.
-Tendremos que llevarte con los otros, eres demasiado grande pero ya no tenemos opción.
Sentí algo duro y frio contra mi cabeza y lentamente todo comenzó a oscurecerse.
Desperté sobre el suelo metálico de una de esas jaulas, estaba en un cuarto ligeramente iluminado, pero podía alcanza a ver el resto de las jaulas, también con niños, grite, mi voz hacía eco, ¿Dónde estaba?, trate de moverme, estaba muy apretado, en las demás jaulas los niños eran pequeños, escuche a alguien venir, tenía una bata blanca puesta, vi como tomaba una jaula entre sus brazo y se la llevaba a un cuarto conjunto, era realmente fuerte.
Me quede sentado pensando en donde podría estar mi hermano hasta que el hombre de la bata volvió a aparecer, parecía decidido, ya sabía quién era el próximo, camino con paso firme hacia mí y se notó el esfuerzo al levantar mi jaula, cerré con fuera los ojos y deje que me llevara, me metió en aquel cuarto blanco y sin dejarle salir me pincho con algo filoso, al cabo de 10 segundos yo ya no podía mover mis extremidades y entonces el abrió la jaula, le rogué que me durmiera, tenía miedo y a pesar de que podía sentir muy poco ya no podía soportar que él me tocara, con mis ultimas fuerzas levante mi cabeza lo mas que pude, el hombre estaba consternado y de repente me deje caer bruscamente contra el mármol, quedando totalmente inconsciente.
Luego al despertar no sentía la mandíbula , desperté en una jaula
al lado mio un recipiente con agua aproveche eso para ver cual era la razón de no sentir mi mandíbula , al mirarme contemple que me faltaba toda la mandíbula inferior y tenia una ''sonrisa'' en mi cara , comprendí que me habían echo y mire a mi alrededor y no era el único fenómeno , luego entro el hombre de la bata y me miro , sentí un gran dolor, era como si mis tripas salieran por mis ojos, era como si me enterraran cuchillas , no soporte y me desmaye...

Al despertar vi a mucha gente mirándome , me sentía extraño y tenia mi cuerpo pesado me movía lento y no podía hablar , vi a mi hermanito al lado mio tenia la boca con un labio gigante y le faltaba un ojo , un braso y no tenia cabello , sentí un miedo inmenso no sabia que hacer no podía hablarle ni el a mi , la gente nos miraba y tomaba notas , estaba en una especie de laboratorio ,no me explicaba como llegue ahí , una chica me dio un pedazo de carne cruda y me lo comí , al ver el pedazo de carne sentí las ganas de devorarlo al saborear la carne y sangre sentí el mayor de los gustos ,mi hermanito me miraba y me sentí mal y avergonzado luego a el le dieron una mano humana y vi que saco unos colmillos gigantes y se la devoro en segundos, entendí que ya no eramos los mismos , que nos habían echo algo inexplicable luego sentí una ira inmensa y comerse a golpear todo y quebré las mesas la jaula , tome a la chicha que me dio la carne y la partí en dos en ese momento me di cuenta que no era el chico que llego a ese parque, era una bestia , y lo ultimo que vi fue una escopeta en mi frente y senti un disparo y ahora veo todo oscuro estoy sumido en una oscuridad de la cual no hay salida , solo escucho voces y veo oscuridad, como la que ahora hay en mi alma...